- Concluye el proyecto de investigación Aditiva, cuyo fin es mejorar la capacidad reproductiva de los rumiantes y la calidad de los productos lácteos derivados.
- Añadir melatonina a la dieta de los animales afecta positivamente a la producción y sostenibilidad de las explotaciones ganaderas. El producto lácteo enriquecido resultante favorece la salud humana.
- Aditiva surge del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), en colaboración con la Universidad de Castilla La Mancha.
El pasado 5 de julio llegó a su fin el proyecto Aditiva, cuyo objetivo es la investigación y desarrollo de nuevas formas de control reproductivo para ciervos y pequeños rumiantes, mejorando la sostenibilidad del sector agrario. Este hecho pone a Dehesa de Los Llanos, una vez más, a la vanguardia del sector ganadero y agrario.
Los rumiantes son animales con una alta estacionalidad en sus ciclos reproductivos. Dependen de la luz para aparearse y reproducirse. Así, la melatonina, molécula asociada a la fotorecepción, cumple un importante papel en la estacionalidad reproductiva de ciervos, ovejas o cabras.
Al tratar con melatonina a estos animales se mejoran sus índices reproductivos. El proyecto Aditiva evalúa la efectividad de las diferentes vías de aplicación, como son los implantes o la ingesta oral.
Por otro lado, la leche enriquecida resultante del tratamiento con melatonina es altamente beneficiosa para el ser humano.
En el proyecto Aditiva, creado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), de la mano del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), participan, además de Dehesa de Los Llanos, la Universidad de Castilla La Mancha, Medianilla S.L. y Marantona S.A.
No es la primera vez que Dehesa de Los Llanos participa en una investigación de este nivel, también fue pionera en eliminar la lisozima de huevo, presente en la mayoría de los quesos de pasta dura.
Esta investigación, realizada de manera conjunta con la Universidad de Castilla – La Mancha y con el respaldo de la Unión Europea encontró solución a un problema frecuente en la industria láctea. La contaminación por microorganismos, causantes de la hinchazón butírica, obliga a añadir lisozima de huevo, con lo que las personas alérgicas al huevo no podían degustar estos quesos.
En la búsqueda de una solución y de un queso más natural sin aditivos, descubrieron que, incluyendo en la alimentación de la cabaña de ovejas de pura raza manchega un conjunto equilibrado de plantas aromáticas autóctonas y cultivadas en la propia finca, se elimina de forma natural la actividad bacteriana, evitando añadir lisozima de huevo.