La flor de lavanda es originaria del Norte de África y del Mediterráneo. No solo es bonita, sino que tiene multitud de propiedades. Civilizaciones tan antiguas como los egipcios, árabes y fenicios ya usaban la lavanda en sus rituales funerarios, como las momificaciones, y en la creación de perfumes. Los griegos, persas y romanos tomaron ejemplo, y, con el fin de purificar su piel, la añadían en sus baños.
La teoría más consistente sobre la etimología de la palabra “lavanda” dice que proviene del latín “lavare.”, que significa, “lavar”. También es posible que provenga del vocablo latino livere, que quiere decir “azulado”. Sea como sea, nuestros antiguos no se equivocaban. La lavanda, usada de múltiples maneras, es capaz de limpiar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente.
Las flores pueden meterse en saquitos y utilizarse como aromatizante, o usarse en infusiones con múltiples beneficios. Otra de las maneras en las que podemos disfrutar de las bondades de la lavanda, es en forma de aceite esencial. Estas son algunas ideas y lo que conseguiremos con ellas:
- Prevenir la caída del cabello:
La lavanda tiene la capacidad de promover el crecimiento y la regeneración del cuero cabelludo. Para ello podemos hacer una mascarilla añadiendo unas gotas de aceite esencial de lavanda en aceite de oliva.
- Disminuir la sensación de dolor:
Si sentimos dolores reumáticos o musculares, unas gotas de aceite esencial diluidas en aceite de oliva nos aliviarán el malestar. Si lo que nos molesta son los pies, también podemos añadir unas gotas a una palangana rellena de agua tibia y descansar
- Aliviar el resfriado, gripe, tos o asma:
Para respirar mejor, podemos añadir aceite en un respirador o un inhalador.
- Antiséptico:
Si estamos sangrando, unas gotitas en la herida ayudarán a limpiarla evitar infecciones e incluso detener la hemorragia.
- Antiinflamatorio:
Para tratar, por ejemplo, un esguince, podemos añadir unas gotas en un aceite base, como aceite de almendras, y masajear la zona.
- Tratar la ansiedad, estrés, depresión o insomnio.
Simplemente haremos uso de su relajante aroma, mediante un difusor o incluyendo unos mikados en el frasquito.
- Picores cutáneos
Mezclando la esencia, con agua fría, en un atomizador.
CUIDADOS Y CONTRAINDICACIONES
- No usar directamente sobre la piel. Hay que diluirlo en agua u otros aceites esenciales.
- Antes de su primer uso tópico, realizar una prueba en la piel para prevenir posibles alergias o irritaciones.
- No ingerir.
Después de estos consejos, ya podéis sacar el máximo provecho a los múltiples beneficios de la lavanda.